Los desafíos de la comunidad formativa hoy

Este artículo tiene como objetivo profundizar en las mutuas relaciones que existen entre “formación” y “comunidad”. Partiendo de que la formación nos dispone y capacita para integrarnos en una “comunidad de vida”, y que la “comunidad de vida” es un ámbito privilegiado de formación.
También me propongo como objetivo describir algunas herramientas, instrumentos, que son muy aptas para formar para la “vida fraterna” y para vivir una auténtica vida de fraternidad, inspirada en la “espiritualidad de comunión”.
Por tanto no se deben buscar en este escrito “teorías” sobre la Vida comunitaria, ni diagnósticos sobre las dificultades que hoy enfrentamos para vivirla. Muchas de esas cosas se encontrarán, y muy bien dichas, en la Circular N° 12 de David Fleming. No se trata de repetir.
Los destinatarios son, especialmente, los formadores y animadores de comunidades. Pero puede ser útil a cualquier hermano que se sienta llamado a examinar y profundizar su propia vivencia de la fraternidad. Todos estamos en formación permanente, y “hacerse hermano” es un proceso que dura toda la vida.

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