Formar Místicos y Profetas

De la formación depende en gran medida la vida religiosa del futuro. Luis Casala, sacerdote marianista es Maestro de Novicios en Santiago de Chile para los religiosos de América Latina. Desde su experiencia y sensibilidad espiritual escribe esta reflexión en la que apunta a la mística y la profecía como elementos fundamentales en el proceso formativo de todo cristiano, pero aquí aplicado a la vida consagrada marianista. Luis reconoce que el agente formador de místicos y profetas es el mismo Espíritu pero ciertamente existen herramientas y procesos que facilitan el emerger de está realidad en nuestro jóvenes. Entre ellas nos habla del autoconocimiento, de la capacidad de hacer silencio, de la necesidad de purificar la imagen de Dios y del arte de discernir y del valor de lo cotidiano. Para Luis, ser profeta supone atravesar un itinerario que ponga en contacto con la realidad y con los pobres, adquirir los gustos de Dios y tener pasión por su sueño y ser hombres y mujeres de esperanza y futuro.

Todo ello, nuestro hermano de la Argentina lo encuentra condensado en María. Es difícil encontrar una mejor síntesis entre Mística y Profecía que el Magnificar que ella proclama embarazada de Jesús y llena del Espíritu Santo. Una brillante intuición la de Luis Casalá que alumbra todo su artículo: los religiosos del futuro, si son místicos y profetas, serán hombres y mujeres del Magnificat.

Comentarios cerrados.