La Madre Adela desde niña mostró una predilección especial por los pobres. Aquí se describen algunos rasgos de su espiritualidad y en particular su concepción de la pobreza religiosa. Se presenta la recepción que estas ideas han tenido en los últimos Capítulos Generales de las Hijas de María Inmaculada y su concordancia con el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (2005). Todo ello constituye un desafío para la Familia Marianista.